Asunción, Paraguay.- Referentes del gobierno paraguayo destacaron el condicionamiento establecido a la fundidora de aluminio Río Tinto Alcan para desarrollar un parque industrial, que se espera sea un factor multiplicador de empleos. El acuerdo fue firmado la semana pasada en el Ministerio de Industria y Comercio.
Óscar Stark, director de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), comentó que RTA tiene parques industriales en otros países, como Bahréin y Omán pero que Paraguay es el primer país que le hizo firmar un acuerdo para que se comprometa a instalar el predio donde se procesará el aluminio primario, reporta el diario Última Hora.
Stark comentó que los parques industriales suelen ser una responsabilidad de los gobiernos que son los que los montan, pero que en este caso será diferente, por el pedido paraguayo.
El funcionario indicó que la planta fundidora de aluminio de RTA no demanda tanta mano de obra, pero que el parque sí lo hará, pudiendo generar hasta 50.000 empleos.
Además, señaló que el parque industrial no solamente podrá ser utilizado por empresas procesadoras de aluminio, sino que será de utilidad para industrias de otras índoles
Dijo que al haber una infraestructura de primer nivel, con una hidrovía apta, con muelles, puertos, a más de rutas, cualquier otro clúster industrial podría instalarse en las inmediaciones, pudiéndose así crear otros parques.
Stark manifestó que ya son 24 las cartas de intención de las empresas que quieren establecerse en el parque industrial de la corporación canadiense.
Seis más, de las cuales cuatro son paraguayas y dos brasileñas, se unieron a las 18 (incluida RTA) que previamente ya habían demostrado su interés en formar parte del clúster. El presidente de Rediex indicó que las firmas paraguayas objetaron que solamente se busque atraer industrias extranjeras.
Diego Zavala, viceministro de Comercio, explicó al diario paraguayo que el parque industrial era una necesidad para generar empleos y que si no se llegaba a un acuerdo con RTA sobre este punto, la multinacional no vendría al país.
«Nosotros manejábamos en el MIC, en el grupo técnico de negociación, que no iba a generar mucho empleo la planta de RTA. El verdadero valor no estaba en la fábrica, sino en las industrias que se van a instalar alrededor de la planta», ratificó Zavala.
Señaló que este recién es el primer paso y aún faltan muchos preacuerdos, sobre el impacto ambiental, cuestiones impositivas y por último el precio de la venta de energía.
Aseguró que el actual Gobierno se encargó de abrir las negociaciones, pero que el siguiente tiene la absoluta potestad de cancelarlas o seguir negociando.
