Con varios hombres alternativos, pensando en el juego por Copa Sudamericana, Cerro Porteño destrozó por 4-0 a un desconocido Sportivo Luqueño y vuelve a tomar protagonismo en el torneo casero. Se ubica tercero y aún tiene un juego pendiente ante el “3”.
Desde un inicio, Cerro Porteño fue el protagonista principal, manejó el balón e insistió mucho con los remates de media distancia. Con los ingresos de Bruno Valdez y César Benítez, ganó solidez en defensa, donde prácticamente no sufrió, por una casi perfecta coodrinación con el mediocampo.
Sportivo Luqueño por su parte se mostró desconocido. Fue muy especulativo y no generó sorpresas por los costados, donde tiene a sus mejores hombres de desequilibrio, Alegre por derecha y Delvalle por izquierda. Además el “doble nueve” compuesto por Teixeira y Di Vani en ningún momento incomodó a la defensa azulgrana, que como pocas veces no tuvo fisuras.
En los primeros minutos Cerro inquietó con dos remates seguidos de Mauricio Sperduti que pasaron muy cerca del palo derecho de Rodolfo Rodríguez. Luego de una laguna futbolítica que tornó aburrido el trámite, el azulgrana golpeó por intermedio del juego aéreo. Tras un córner de Sperduti, el zaguero Bruno Valdez atropelló en el punto del penal con un soberbio testazo, imposible de detener para el guardameta auriazul.
En la complementaria, Luqueño no cambió mucho su ambición y nuevamente fue Cerro el que más peligro creó con los espacios lógicos que dejó el adelantamiento visitante. Luego de buscar el segundo con varios remates desde fuera del área con José Ortigoza y Jonathan Santana, el Ciclón encontró la tranquilidad en el juego, gracias a un penal cometido por Leguizamón sobre Ortigoza, quien se encargó de rematar la pena máxima y decretar el 2-0.
Viendo que Luqueño no reaccionaba, Cerro liquidó el pleito en la “Olla” con otro tanto de José Ortigoza, quien tras recibir un pase largo de Bonet, acomodó la pelota en el área rival y ante la pasaividad de la defensa auriazul, remató cuando el balón aún estaba en el aire y la pelota se metió hacia el palo derecho de Rodolfo Rodríguez.
Para cerrar la fiesta azulgrana en Barrio Obrero, Rodolfo Gamarra, hombre de refresco, aprovechó un gran pase al vacío de Ortigoza y tras eludir al portero auriazul sentenció el juego con un contundente e indiscutible 4-0.
Con el triunfo, el Ciclón suma 13 puntos, se arrima a la parte alta de la tabla y aún tiene un juego por regularizar ante el 3 de Febrero. Además retoma confianza para medir al Independiente del Valle, por el juego de revancha por Copa Sudamericana. Por su parte, el desconocido Sportivo Luqueño desaprovechó la oportunidad de acercarse a la cima y quedó estancado con 12 unidades, haciendo la salvedad que también tiene un juego pendiente ante Nacional.
Fuente: ABC Color
