
La Secretaría del Ambiente (Seam) estudia los datos registrados en el año 2015 por el Departamento de Análisis y Evaluación Ambiental con relación a los incendios forestales para proteger las áreas silvestres protegidas y evitar desastres ambientales.
La Seam viene realizando diariamente el monitoreo de los incendios forestales a nivel nacional, departamental y de las áreas silvestres protegidas.
Estos mapas donde se grafican los focos de incendio son publicados a diario en la página web de la Seam. El responsable del trabajo es Gustavo Casco Verna, jefe del Departamento de Análisis y Evaluación Ambiental.
Para el monitoreo y posterior análisis se recurre a una base de datos de focos de incendios, que corresponden a cualquier fuente de calor que tiene una emisión lo suficientemente fuerte como para ser captada por los sensores térmicos instalados en satélites y que se considera un incendio potencial. Dicha base de datos es descargada de la página web del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales del Brasil.
Un incendio forestal es un fuego que, cualquiera sea su origen, se propaga sin control en terrenos rurales a través de vegetación leñosa, arbustiva o herbácea, ya sea viva o muerta. Es decir, no solo se queman los árboles, sino que se destruye todo un ecosistema de especies vegetales silvestres y también animales que habitan en estos terrenos.
El análisis de los datos correspondiente al año 2015, arrojó que los meses en que se generan mayor cantidad de incendios son agosto, setiembre y octubre; que la Región Occidental o Chaco es la más afectada, liderando Alto Paraguay, y siguiendo con Boquerón y Presidente Hayes respectivamente. En la Región Oriental los departamentos más afectados fueron San Pedro, Concepción, Caazapá, Caaguazú, Canindeyú y Amambay, respectivamente.
Las Áreas Silvestres Protegidas (ASP), no escapan a la amenaza de los incendios forestales. En ese sentido, el análisis permitió detectar cuáles fueron las más afectadas y categorizarlas de acuerdo al siguiente rango de amenaza: Muy alta, Alta, Media, Baja y Muy baja.
La idea es contribuir con la toma de decisiones por parte de las autoridades de la Seam y así coadyuvar con la administración de las ASP con una herramienta válida de prevención de desastres ambientales, capacitación y el equipamiento adecuado de dichas áreas.
Las ASP con una amenaza «Muy Alta» son los parques nacionales Paso Bravo, Río Negro y Tinfunque; con «Alta» amenaza aparecen las reservas naturales Paso Kurusú, Mortombí y los parques naturales Lago Ypoá, San Rafael y Serranía San Luis; con «Media» amenaza están las reservas de Tagatiya’mí, Carrizales de Paraná y humedales del Bajo Chaco; las demás ASP registran un nivel de amenaza de «Baja a Muy baja».
Fuente: Ultima Hora
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