«Me asusté y pensé que me iba a disparar», dijo Filin a REN TV, con la cara vendada. “Me di vuelta para correr pero él vino corriendo detrás de mí”, agregó. Este viernes, los médicos intentan salvarle la vista al hombre de 42 años.
El mundo del ballet se ha mostrado consternado con este ataque a Filin, que dirige una de las compañías de danza clásica más prestigiosas y grandes del mundo. Yo ya viví abismos en el Bolshoi», dijo Anastassiya Volotshkowa, quien fuera bailarina de la compañía. El mundo del ballet es «despiadado», comentó.
El director general del Bolshoi, Anatoly Iksanov, opinó que el ataque tuvo que ver con el trabajo de Filin. “Él es un hombre de principios», afirmó Iksanov a la televisión estatal Canal Uno.
“Si piensa que este o aquel bailarín no está listo o no es capaz de actuar en determinado papel, lo rechaza”, sentenció. Sin embargo, luego se rectificó y descartó que el ataque tuviera que ver con sus decisiones profesionales y afirmó que “el motivo del ataque fue crear una división y desacuerdo en la gerencia del teatro”.
«Desde que asumió su posición, Serguei recibía amenazas constantemente», dijo la portavoz del teatro Katya Novikova. Según contó, el ex bailarín, padre de familia, era muy envidiado. Además, él decidía sobre quién era la primera figura y los demás puestos en la coreografía, lo que conducía a conflictos dentro de la compañía. «Nunca pensamos que la guerra por los puestos (dentro del ballet), alcanzaría esos niveles», agregó Novikova.