Una niña que fue sometida a una cirugía cardíaca de alta complejidad debió ser conectada al corazón artificial para estabilizarla. Los médicos sostienen que sin el aparato el panorama hubiese sido diferente.
La doctora Nancy Garay, jefa de Cardiología del Hospital Acosta Ñu, confirmó el nuevo caso en que se debió hacer uso de uno de los aparatos adquiridos hace apenas unos meses.
La beneficiada esta vez fue una paciente de tan solo nueve años de edad, quien sufría una anomalía cardíaca congénita.
“Se trata de un defecto en la válvula derecha del corazón”, explicó la profesional, en contacto con Canal 100.
Los médicos debieron someterla a cirugía para corregir el problema, pero a fin de estabilizarla y ayudarla en su proceso post operatorio, se la conectó al corazón artificial.
“Está conectada al aparato desde las 15:00 de ayer. Estaba en nuestro presupuesto que si no se recuperaba, iba a quedar conectada por unas horas o días al nuevo aparato que tenemos”, manifestó.
Actualmente, la pequeña evoluciona favorablemente, aunque debe ser sedada, ya que en este caso se requiere que permanezca dormida, según explicó.
Insistió en que la pequeña paciente no requerirá un trasplante y que su dependencia al corazón artificial será solo por un periodo corto.
Garay mencionó que sin este artefacto, la situación iba a ser muy diferente. Ni siquiera iba a ser posible realizar la operación para corregir la anomalía, según señaló.
“Cuando no hay dispositivos de este tipo, se coloca a la persona directamente en la lista de espera para un trasplante. Ahí iba a estar un poco abandonada a su suerte”, indicó.
Destacó que el corazón artificial no solo da tiempo a personas que requieren de un donante, sino que además posibilita procedimientos quirúrgicos más complejos.
Fuente: ABC Color
