Los campesinos que se habían instalado en Marina Cué decidieron este sábado abandonar el lugar. Sin embargo, darán un plazo hasta el martes al Gobierno para escuchar sus reclamos, de lo contrario, tomarán nuevas medidas.
De no lograr su objetivo, volverían a ocupar el inmueble o tomarían otras medidas para presionar.
Los mismos se reunieron ayer con representantes del Indert y según manifestaron, lograron un compromiso del Gobierno para obtener un predio de 2.000 hectáreas sobre la ruta Las Residentas, además de la liberación de 56 procesados tras la masacre de Curuguaty, lista que incluye a Rubén Villalba.
Este lunes se prevé el arribo de funcionarios de la Secretaría del Ambiente (Seam) a la zona para determinar si el inmueble es habitable o no y se va a realizar un censo, explicó el representante campesino, Jorge Ovelar.
Un grupo de 120 personas ingresó en la madrugada del pasado jueves 9 de octubre a la tierra donde se produjo la masacre del 15 de junio 2012, que tuvo un costo de 17 personas fallecidas. Los ocupantes procedieron a construir un campamento e introducir mejoras en el lugar.