sábado, julio 27, 2024

Condenan a dos hinchas

Compartir

Una fuerte condena a prisión la recibieron dos barrabravas de Cerro Porteño, por haber baleado a un joven olimpista, quien sobrevivió pero quedó con secuelas.

 

El 27 de marzo de 2011, Gabriel Franco iba en compañía de sus amigos, a ver a su querido Olimpia, aquel equipo de Pablo Zeballos, Vladimir Marín y Maximiliano Biancucchi. El cotejo era en el estadio “Defensores del Chaco”, ante el 3 de Febrero de Ciudad del Este, un cotejo que no representaba rivalidad entre los aficionados.

Sobre Roma casi Colón, caminaba de forma entusiasta llevando su remera de Olimpia. El rugir de una moto no le hizo presagiar lo peor, pero desde el biciclo dispararon a matar y una de las balas impactó en su cabeza. Luchó por su vida y se salvó, aunque quedó con secuelas.

En el juicio oral y público, se comprobó que los autores del suceso fueron Víctor Antonio Arzamendia y Carlos María Samaniego, condenados a 16 y 15 años de cárcel, respectivamente, por tentativa de homicidio acabada, reportó la periodista Griselda Centurión.

La moto era manejada por Samaniego, mientras que Arzamendia realizó el disparo, concluyó el Tribunal de Sentencia integrado con María Esther Fleitas, Héctor Capurro y Carlos Zárate.

La fiscala Nidia Fernández demostró que la víctima iba en un colectivo con hinchas de Olimpia, que por el camino se cruzó con aficionados de Cerro Porteño. Hubo intercambio de insultos, pero el bus siguió su destino.

Arzamendia y Samaniego, identificados con Cerro, subieron a la moto y persiguieron al colectivo. Aguardaron que los aficionados olimpista bajasen del ómnibus y dispararon contra el grupo. Una de las balas impactó en la cabeza de Franco, quien cayó herido.

Franco luchó por su vida en Emergencias Médicas y le ganó la pulseada a la muerte. La bala quedó alojada en el cráneo y actualmente sus familiares necesitan de G. 25 millones para una cirugía.

Eliseo Franco, papá de Gabriel, dijo que gastaron todo el dinero que tenían durante el tratamiento y que por ahora nada pueden hacer. El afectado tiene 19 años, pero quedó con un estado mental de 13 años, por culpa del balazo.

Los dos barrabravas cumplirán sus penas en la cárcel de Tacumbú. La fiscala Fernández solicitó un castigo de 20 años, pero el Tribunal argumentó la pena impuesta, porque Arzamendia y Samaniego no tenían antecedentes.

Más allá de todo, la familia de Gabriel quedó satisfecha y consideró que luego de años de lucha, se logró justicia. Ahora aguardan por sacar la bala del organismo del joven y seguir con el tratamiento.

Fuente: ABC color

Otras Noticias

Actualidad