Según el INE, la tasa de desempleo entre los meses de julio y septiembre subió hasta el 25,02%, frente al 24,63 del trimestre anterior.
El número de desempleados aumentó en el tercer trimestre en 85.000 personas para alcanzar los 5.778.100. Y la ocupación bajó en 96.900 personas en el tercer trimestre a un total de 17.320.300. Entre julio y septiembre se han destruido 96.900 puestos de trabajo.
El número de personas con trabajo, por otra parte, ha descendido a su nivel más bajo desde 2003: 17.320.300 personas.
Ya hay 1.737.900 hogares españoles con todos sus miembros sin trabajo. El desempleo castiga sobre todo a los jóvenes, al alcanzar al 52,3%. Aunque la desocupación ha bajado entre los extranjeros, estos también salen mal parados, pues la tasa de desempleo en su caso sigue estando por encima de la media: el 34,8%.
En los nueve meses que lleva Mariano Rajoy en el Gobierno, el número de desocupados ha aumentado en medio millón de personas (504.500).
A pesar de las reformas laborales, el mercado laboral sigue destruyendo puestos de trabajo: casi 100.000 en los últimos tres meses y 835.900 en el último año.
Las comunidades autónomas donde más aumenta la desocupación son Andalucía (en 191.300 personas), Cataluña (98.400) y la Comunidad Valenciana (84.700). Son, precisamente, las regiones que más empleo destruyen.
Previsiones del Gobierno de Mariano Rajoy y del Banco de España apuntan a que la economía continuará contrayéndose en el tercer trimestre de este año a un ritmo intertrimestral del 0,4%, la misma tasa que la registrada en el trimestre anterior, aunque el FMI augura una recesión aún mayor.
Para contentar a la UE, que ha exigido un programa de recortes sin precedentes, España se ha embarcado en un programa de austeridad que supone un ajuste de 150.000 millones de euros entre 2012 y 2014, de ellos 39.000 millones en 2013, lo que ha disparado la pobreza y el desempleo.