viernes, julio 26, 2024

El 80% de Nanawa está bajo agua y la gente resiste sobre los techos

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Las escuelas están inundadas, pero las maestras y los alumnos acuden en canoas a dar clases en una capilla. El comercio fronterizo y el contrabando no se detienen, a pesar de la emergencia.

 

 

La crecida no ha paralizado la peculiar vida cotidiana de esta localidad fronteriza, donde la mayoría de los pobladores ha preferido buscar refugio en lo alto de las casas de dos pisos o construir pintorescas chozas de emergencia en las terrazas y encima de los techos de sus propias viviendas.

«Yo construí un sobrado en donde alcé todos mis muebles y cosas de valor, y allí estoy viviendo. No quiero dejar mi casa, no me quiero mudar a otra parte, aquí sigo trabajando como canoero, transportando gente y mercaderías», dice Claudio Toledo, pescador y antiguo poblador de Nanawa.

Al igual que otros pobladores dueños de embarcaciones, Claudio se ha vuelto un personaje clave para trasladar niños a la escuela, a adultos para hacer compras y, sobre todo, a la gran cantidad de paseros que siguen acudiendo a llevar mercaderías desde la Argentina, buscando eludir los controles fronterizos.

 

El destacamento de la Armada Nacional, a la entrada de Nanawa, ha quedado también cubierto por las aguas, pero los marinos construyeron una caseta sobre el techo, desde donde siguen ejerciendo el control. Ello no impide que las lanchas cargadas de productos argentinos sigan surcando las aguas, como una embarcación totalmente cargada con varias bolsas de ajo, a la que encontramos semioculta entre la vegetación, en las costas del río Pilcomayo, esperando que caiga la oscuridad de la noche para avanzar hacia las orillas de Asunción.

Fuente: Ultima Hora

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