sábado, julio 27, 2024

La hazaña de conseguir un récord mundial, ser madre y mujer

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  • María Dingna Escurra, con algunaos de sus premios.

  • María Digna Escurra.

  • María Dingna Escurra, con algunaos de sus premios.

Asunción, IP Paraguay.– María Digna Escurra, a sus 83 años sigue siendo la orgullosa poseedora del récord mundial de natación para damas. La llamada “Sirena del río Paraguay” por músicos y escritores, rememora esa hazaña que tras 55 años parece imposible de romper, y además comparte aspectos de su vida como madre y mujer.

Escurra es madre de dos hijos, y tiene tres nietos. Con una lucidez asombrosa, recuerda cada capítulo de su vida, especialmente las 80 horas y 45 minutos que estuvo en las aguas del río Paraguay, que le valieron por un lado el récord mundial en 1957, y consecuentemente poner a Paraguay en el mapa mundial de la natación.

La “Sirena del río Paraguay” es de madre española y padre paraguayo, hijo de vascos. Ambos eran deportistas, por lo que desde que María Digna fue pequeña, practicaba muchos deportes en su querida ciudad de San Lorenzo.

Cuando cumplió los 15 años, vino a Asunción, donde se recibió de profesora de Educación Física, la única mujer con esta profesión en ese entonces, además de estudiar Medicina.

Jabalina, velocidad, handball, basketball, natación, martillo, y muchos otros deportes formaban parte de la vida de Escurra. Hasta que un día, en el Club Deportivo Sajonia le preguntaron si no se quería dedicar completamente a la natación. “Yo amo el agua”, dice hasta ahora María Digna, lo cual fue suficiente en aquel momento para aceptar la propuesta. Entonces empezaron los rigurosos entrenamientos a la edad de 20 años.

Dos años más tarde, se convirtió en campeona sudamericana, y años después en campeona panamericana. Luego, fue momento para dar el siguiente paso: el récord mundial. La primera prueba fue bajo condiciones extremas. El tramo de Pilar a Asunción iba bien hasta que una tormenta los acorraló en el medio del río la última noche.

Permanecieron con todo su equipo en el agua, porque el peligro de la caída de rayos en la orilla era constante. En Asunción, la tormenta había echado casas, por lo que la preocupación por ellos era grande, hasta el punto de pensar que estarían muertos. Esto no frenó las ganas de María Digna ni de su equipo, y siguieron el entrenamiento para completar el tramo de más de 300 kilómetros de Concepción a Asunción.

Todo eso, con la presión de que la anterior poseedora del récord, una alemana, murió a los tres días de obtener tal título por complicaciones derivadas de las condiciones extremas a las que se sometió por 80 horas.

 

Recorrido por el récord

El 22 de marzo de 1957 fue el día de la largada en Concepción y vívidamente, Escurra recuerda ese momento. Cientos de personas fueron a apoyarla en el puerto y durante todo su camino hasta Asunción. La Radio Comuneros inclusive hizo una cobertura de todo el trayecto, cuenta. “La gente me siguió todo el camino, salían a la orilla del río, los estudiantes, me impresionó. Hasta una viejita me bendijo”, manifestó.

Las dos primeras noches no fueron tan complicadas a pesar de no dormir, nadar todo el tiempo y comer en el agua. Pero la tercera noche, fue la más desafiante y fue cuando sintió más frío. “Mi entrenador me daba cocido caliente, y yo le decía, que no estaba caliente, y él me decía que estaba hirviendo”, relató.

A la altura del Jardín Botánico, en Asunción, salió el sol, lo que fue sumamente reconfortante. Sin embargo, al mediodía el sol parecía que la calcinaba. Estaba en esos momentos solamente a horas de romper el récord, y lo hizo. “Salí el 25 de marzo, a las 4:20 de la tarde. Fue una apoteosis, todo el mundo festejando, con petardos, balas, tiros, fue entonces cuando tuve yo el récord mundial de natación”, cuenta Escurra.

Las calles de Asunción, especialmente Estrella y Colón, estaban completamente repletas de gente esperando por la “Sirena del río Paraguay”, quien fue trasladada en una carroza. Recibió una condecoración primeramente de la municipalidad de Asunción.

“Lo más lindo fue cuando la banda de la marina (…) tocó el himno nacional. Hasta ahora me emociona, porque yo quiero a mi Paraguay. Me dice mi entrenador, a ti te dedica el pueblo paraguayo. Es como si hasta ahora sintiera viviera ese día”, relató visiblemente emocionada.

También el dictador Alfredo Stroessner la condecoró en nombre del Gobierno y la premiaron con una casa. Lo que lamenta, es que así como la recocieron durante ese momento, así también la dictadura le hizo daño años después. Hilario Ortellado, el marido de María digna era militar, y fue encerrado y exiliado injustamente por el caso de Napoleón Ortigoza.

Todo ese tiempo la campeona mundial vio cómo de repente mucha gente le dio la espalda, a pesar de sus logros a nivel internacional y de ser nieta del ex presidente de la República Juan Antonio Escurra (1902-1904). No obstante, continuó esforzándose por el deporte y por sus hijos, quienes ahora también cosechan sus propios logros.

Apoyo del Gobierno

María Digna lamenta lo desplazado que está el deporte en el país, a pesar de los numerosos beneficios que puede traer. “El pueblo que hace deporte es un pueblo feliz”, afirmó.

En ese sentido, pidió nuevamente como lo ha venido haciendo con cada presidente que asume, que se dé más apoyo al deporte. Una propuesta puede ser contratar a profesores de Educación Física para que den clases en las plazas de todo el país. María Digna dice que el deporte es salud y aleja de los vicios. Además, el Gobierno gasta en tantas cosas que no aportan en vez de invertir en el deporte, señaló.

Escurra es prueba viva de que el deporte salva vidas, ya que a pesar de sus 83 años su salud es buena al igual que el estado de su corazón. “Me siento como de 40 años”, afirmó. La última vez que nadó fue en la Semana Santa, y espera hacerlo nuevamente cuando haya un clima ideal, expresó.

Mencionó que la natación necesita un apoyo urgente. Fue dicho deporte lo que hizo que María Digna vuelva a caminar tras quedar prácticamente inmovilizada por una intervención quirúrgica. ¿Cuesta tanto terminar la pileta del Banco Central del Paraguay?, se pregunta.

Finalmente, como madre luchadora, campeona mundial, víctima de la dictadura, dio un mensaje a todas sus pares: “A todas las madres, que le den mucho amor a sus hijos. Si el niño desde chico recibe amor, será un buen ciudadano. Amor a los hijos, al darle amor le dan todo”.

 

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