«Son jugadores que uno no quiere estar del otro lado para retirarlos, porque quiere que su carrera siga para siempre». La frase de Juan Martin Del Potroresume la grandeza de su adversario y el respeto a una trayectoria llena de talento y profesionalismo, aunque a veces algo irreverente.
En sus 12 años en el circuito, Andy Roddick jamás pasó desapercibido. Y en su retiro del tenis, estuvo lejos de arrastrarse en la pista. Se despidió con la misma garra y carácter con los que se presentó al mundo a sus 18 años.
La ovación de pie del público presente en el Arthur Ashe simbolizó un adiós perfecto para el «Bombardero de Nebraska» a sus 30 años. Fue durante un juego notable por los octavos de final del US Open en el que puso en aprietos a uno de los jugadores del momento.
Roddick se dio a conocer en el año 2000, luego de ganar los Grand Slam Junior de Australia y Estados Unidos para luego ingresar a los campeonatos de la ATP. El año de su inclusión en el circuito profesional terminó con un ascenso vertiginoso al puesto número 160 del ranking.
En su décimo torneo de ATP, se alzó con el título de campeón en Atlanta y a la semana siguiente ratificó que no era casualidad en Houston, donde ni siquiera perdió un set. En el año 2001 acabó con otro trofeo en Washington y ubicado en el Top 20.
Luego llegó el primer triunfo ante Pete Sampras, los cuartos de final en el Abierto de Estados Unidos, ganancias millonarias y un lugar entre los 10 mejores tenistas del universo.
El año 2003 fue suyo. Ganó el US Open en una espectacular definición ante Juan Carlos Ferrero y ascendió al número uno del escalafón mundial con tan sólo 21 años. Se convirtió en el segundo jugador más joven en llegar a la cima, sólo superado por Lleyton Hewitt.
Wimbledon quedó como la gran espina de su carrera; Roger Federer, como su bestia negra. El suizo le arrebató tres finales en el césped londinense. La última, en2009, tras un memorable 7-5, 6-7, 6-7, 6-3 y 14-16. Fue su última gran participación en un Grand Slam.
El Arthur Ashe se emocionó hasta las lágrimas junto a él y clamó «¡Go, Andy!” al momento de su adiós. El gran ícono estadounidense post André Agassi y Pete Sampras colgó la raqueta. Aunque el croata Ivo Karlovic haya superado sus 294,4 km/hora, en 2011, el universo del tenis ya comienza a extrañar el saque más rápido de la historia.
