“Me parece que es un honor el gesto del presidente y el gesto del canciller”, dijo Sannemann en comunicación con la radio Cardinal, consultado si aceptaría el ofrecimiento de ocupar el puesto en Washington que queda vacante tras la renuncia de Hugo Saguier Caballero.
“Para mí me están honrando, es como una condecoración”, insistió el ministro de la Sicom aunque señaló que hay todavía “mucha agua que tiene que pasar debajo del puente” para que se concrete su designación como embajador en Washington.
Sannemann destacó que el cargo de embajador paraguayo ante la OEA es “absolutamente político”, por lo que una persona con aspiraciones políticas podría tomarlo “como una promoción”.
Reconoció que de aceptar el cargo estaría renunciando a sus aspiraciones políticas en el Paraguay por el tiempo que asuma la responsabilidad.
Añadió que, en caso de confirmarse su designación, que depende en última instancia de un acuerdo parlamentario, va a dejar “absolutamente todo armado en la Sicom para que la persona que quede ahí ya va a tener un norte bien definido en términos de políticas públicas”.
