Tatiana Benítez representa un símbolo de vida. Ella festejará sus 15 años el próximo 10 de setiembre. La dura batalla a la que sobrevivió sucedió a sus tan solo 7 añitos cuando sufrió miocarditis dilatada en fase terminal. Un donante de corazón le devolvió la vida el 1 de setiembre de 2007 mediante el trasplante de corazón que se concretó en el Centro Médico Bautista.
Pasaron ocho años, Tatiana creció y hoy es un ejemplo para valorar la donación de órganos. Lilian Insaurralde Barreto, madre de la trasplantada, la describe como una joven con mucha vitalidad, alegría y mucha esperanza de seguir viviendo para convertirse en periodista. Actualmente, cursa el noveno grado y tiene esperanzas de cursar una carrera universitaria.
“Es un milagro tenerla con nosotros y festejarle sus 15 años. El trasplante le salvó la vida, ella ni siquiera tenía esperanza de seguir viviendo. Verle hacerse una señorita para nosotros es una bendición. Es un sueño cumplido verle crecer sana y fuerte”, destacó.
Tatiana practica golf, anda en bicicleta, va a conciertos de música electrónica, lleva una vida casi normal pero con todos los cuidados que un paciente trasplantado del corazón requiere. “Ella es consciente de su situación, de sus cuidados”, destaca su madre, quien se encarga de manera exclusiva de su hija. ”Tengo todos los cuidados sanitarios necesarios”.
HONRAR LA VIDA. Un acto de festejo emblemático se hará el 10 de setiembre con el plantel médico del Centro Médico Bautista. La tradicional fiesta de 15 años se hará el viernes 11 de setiembre junto a su madre, Lilian Insaurralde; su padre, Sebastián Benítez, y su hermano Cristhoper Benítez (12) y los invitados. Al son del vals, Tatiana cumplirá su gran sueño de festejar su onomástico junto a su familia y amigos.
“Hay que festejar esto. El cambio de ser niña a ser señorita pensando lo que ella quiere. Más que nada es un festejo nuestro a la vida de ella, que haya llegado a cumplir 15 años. Porque no es fácil, cuando se trata de una persona trasplantada, cada año es un logro. Para nosotros es un milagro y por eso queremos celebrar, más que nada celebrar su vida, queremos que vaya cumpliendo más años”, indicó Lilian.
Los controles de Tatiana son anuales. “Ella es una chica muy sana”, pero a veces se engripa, señaló su madre. “Tatiana fue trasplantada en el Bautista cuando todavía no se hacían trasplantes a niños. Fue una de las primeras trasplantadas pediátricas en el Paraguay”, rememora su madre al tiempo de añadir que en aquel entonces no había trasplantes en el sector público y tuvieron que golpear muchas puertas para recibir atención médica. En aquel entonces, el Centro Médico Bautista absorbió todos los costos del trasplante.
Los cuidados y limitaciones son el eje principal para que Tatiana Benítez logre tantos años de sobrevida. “Yo le cuido en cuanto a lo que come, le cuidamos emocionalmente. Depende de los cuidados de ella misma”, destacó su madre al tiempo de añadir que el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante sigue entregando los remedios antirrechazo.
Tres años después, el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu hizo el primer trasplante pediátrico, cuyo plan sigue beneficiando a muchos chicos del país.
Fuente: Ultima Hora
