Además resultaron heridas 500 personas, 206 huérfanos y seis desaparecidos. Eran aproximadamente las 11:20 cuando se produjeron las explosiones en el supermercado que supuestamente iniciaron el incendio, según versiones que maneja la justicia.
El cierre de las puertas del recinto tras estas explosiones, hizo de un simple supermercado en una cárcel que en cuestión de minutos, se transformó en un cementerio. Y hasta hoy la edificación siniestrada sigue intacta y recuerda a quien pase por esa zona de Trinidad los momentos que se vivieron ese domingo 1 de agosto.
La Justicia se hizo presente recién en el 2008, cuando condenó a los dueños del supermercado Juan Pío Paiva y a Víctor Daniel Paiva a 12 y diez años de cárcel respectivamente. Cinco años para Daniel Areco, uno de los guardias del local; y dos años y seis meses para Humberto Casaccia, uno de los accionistas.
El día que se dio a conocer el veredicto, las victimas y otros miembros de la sociedad manifestaron su desacuerdo. La mayoría de las personas afectadas por este hecho se nuclearon en la Coordinadora de Víctimas del Ycuá Bolaños, que actualmente continúa reclamando justicia y la aparición de seis víctimas fatales del incendio.
